lunes, 15 de agosto de 2011

Chaqueta resiclada.

Esta chaqueta esta realizada con una chaqueta de señora que estaba en muy buenas condiciones pero fuera de moda me la dieron a ver que hacia con ella y esto fue lo que se me ocurrió les diré que al principio fue un reto pero luego me encanto.  Espero lo disfruten tanto como yo.







Tutu fasil.

Este Tutu me lo ha pedido mi niña por mucho tiempo y como verán tenia que cumplirle es muy simple y no hay niña que no quiera uno.


Materiales: 1m de tul (rosa en este caso)
                   20cm de satén lila.
                   hilo rosa o del tono que elija el tul.
Pondré las instrucciones pronto.

viernes, 12 de agosto de 2011

Indignada.

No me gusta quejarme pero no veo otra opción y espero no hacerlo mas por este medio que sea esta mi primera y ultima queja.
Ayer cuando iba a buscar a mi niña a la guardería me cruzo una camioneta 4x4 en la que la mamá llevaba a su bebe de 2 meces en el porta bebe con anillas colgando y esto no es lo peor sino que ella era la que manejaba. yo le vendí ese porta bebe a un familiar de ella para que lo regalara y no comprendo como alguien puede ser tan pero tan inconsciente de llevar a su bebe en esa forma mientras maneja una frenada y quien sabe que podría ocurrir, no quiero ni pensarlo.

Si bien siempre digo lo genial que es el uso de estos porta bebes pues yo misma los use hasta casi los 2 años de mi niña cuando ya no me dejo mas la columna cargarla. no son de ninguna manera para manejar un vehículo ya sea auto, moto o bicicleta.

Yo siempre digo que es genial para andar en bus, ir a hacer la compra e incluso las tareas del hogar pues yo lo hacia cuando mi niña era muy pequeña cargaba con ella por toda la casa sin problemas.

Pero esto me supero ver tal inconsciencia me supero, ademas es alguien que tiene silla para llevar el niño   en el coche de hecho se que le regalaron 2 al nacer el niño.  espero tome consciencia.

Disculpen que use este medio para desahogarme pero como saben no es algo que se pueda ignorar.

Un abrazo las quiero cuídense y cuiden a sus niños hijos, nietos y sobrinos que son lo mas grande que hay.

Cocina anti niños.


Hoy estoy para dar consejos pero es verdaderamente importante mantenernos informadas.

Cocina anti-niños

Una zona peligrosa en la casa es la cocina, pero hoy en día existen todo tipo de artefactos para que la cocina no sea un peligro para nuestro retoño.
En primer lugar, debes instalar  que se puedan cerrar bien para mantener al bebé fuera de las zonas peligrosas.
Asegúrate de que la puerta protectora no tenga forma de “V” lo suficientemente amplia como para que tu bebé meta la cabeza. Este tipo de puertas de seguridad también facilitan una vía de escape en caso de incendio.
Coloca en la cocina también cerraduras de seguridad en puertas y alacenas que impidan que tu niño acceda a elementos punzocortantes, medicamentos, productos de limpieza, etc.
Para evitar lesiones y golpes, no olvides colocar protecciones de bordes, no sólo en la cocina sino en toda la casa. En la estufa pon también protectores de perillas para que el bebé no pueda moverlas.
Mantén los alimentos y bebidas calientes fuera de su alcance, así como la plancha y los cordones eléctricos. Ten siempre el número del médico o del servicio de urgencias y envenenamientos pegado en tu refrigerador.



Cosas que cambian al ser MAMÁ…


Cosas que cambian al ser MAMÁ…

mamasalborde on May 4th, 2010
Ya que está tan cercano el día de las Madres quiero compartir con ustedes este escrito que me encanto! espero lo disfruten tanto como yo!
Tu vida va a cambiar”. Recuerdo las veces que escuché esta frase durante mi primer embarazo, y lo mucho que me costaba captar su significado.
¿Será para mejor? ¿Será para peor?… Con el tiempo me di cuenta que todo depende únicamente de nuestro punto de vista y de lo mucho o poco que nos cuesta adaptarnos a los grandes cambios en nuestras vidas.
Los cambios son tantos que es imposible enumerarlos, pero no son una sentencia sino un desafío, y como todo desafío, una oportunidad para aprender, crecer y hacernos mejores seres humanos. Entre otras cosas, recuerdo los siguientes cambios por los cuales pasé al embarcar en mi viaje por el universo de la maternidad y que son comunes a la mayoría de las madres con quienes sigo creciendo y “viajando”:
Entre los cambios más profundos, emocionantes y transformadores…
1. Descubres en tu interior una fuerza que te agarra de sorpresa y hasta te asusta por su intensidad. Te sientes como una leona, preparada para defender a tu “cachorrito” con tus propias uñas y dientes.
2. Te das cuenta que puedes ir más allá de tu límite, y del límite de tu límite, y del límite del límite de tu límite… Y esto te hace sentir infinitamente exhausta y fatigada, pero a la vez infinitamente capaz (¡qué verdad tan verdadera!).
3. Sientes crecer dentro de ti un amor tan fuerte, poderoso y profundo, que a veces hasta te espanta y confunde. “¿Podré querer a otro ser como a esta criaturita?”, te preguntas. Ya verás que sí (y ésa será tu gran sorpresa cuando nazca tu próximo hijo).
4. Empiezas a entender, respetar y admirar a tus padres como nunca antes en la vida — “no es posible que mi mamá haya hecho todo esto”, pensaba, “¡con cuatro hijos, tan jovencita y sin pañales desechables!” — y crece genuinamente tu comprensión y gratitud hacia ellos.
5. Por primera vez entiendes que “sacrificio” no significa sufrimiento sino: “sacro” + “oficio”, o sea, “trabajo sagrado”. Comprendes la enorme importancia del lugar que ocupas en el mundo como madre, y el gran valor de tu trabajo.
6. Aumenta tu compasión por todos los niños. Poco a poco te vas haciendo madre no sólo de tus hijos, sino de todos los demás niños del mundo. No soportas ver sufrir a un niño en las telenoticias, ni en una película de televisión, ni en la calle.
Y entre los cambios más cotidianos…
7. En tu casa, tu vida, tu trabajo… reina un nuevo orden, o más bien, desorden. Aceptarlo es clave para tu felicidad y paz interior, o sea que date por vencida y disfrútalo.
8. Descubres el placer y el valor de los momentos de silencio, de una ducha caliente al final del día, una tacita de té con una amiga, una película en casa con tu pareja, una noche de sueño profundo… y disfrutas a fondo cada uno de esos instantes.
9. Borras de tu diccionario la palabra “asco”. Cuando a tu hijo se le cae el chupón en el piso, lo recoges tranquilamente y lo “limpias” con naturalidad en tu propia boca antes de volvérselo a dar.
10. Aprendes a dominar el arte de la improvisación. Compones increíbles melodías, transformas tus dedos en marionetas, e inventas fantásticas y absurdas historias para mantener entretenido a tu bebé (sobre todo cuando está cansado, aburrido o enfermito).
11. Tu cinturita (y todo lo que queda al norte y al sur de ella) definitivamente no es la misma de antes, pero te sorprendes al darte cuenta de que estás mucho más interesada en el ombligo de tu bebé que en el tuyo propio.
12. Las horas dejan de tener 60 minutos y los días dejan de tener 24 horas. El tiempo ahora parece transcurrir a un nuevo ritmo (debido seguramente a algún arte de magia del bebé) y por ese extraño cambio llegas retrasada a casi todas tus citas.
13. Los momentos a solas con tu pareja son escasos y breves, pero los dos aprenden a disfrutarlos y aprovecharlos, aunque un cierto lloroncillo esté a punto de interrumpirlos.
14. Como un malabarista que va agregando más y más objetos a su acto, aprendes a hacer dos, tres, cuatro, cinco… cosas a la vez, ¡y sin que se te caiga ninguna pelota!
15. Compruebas que nada, ni siquiera las matemáticas, es una ciencia cierta. Al fin y al cabo 1 + 1 = 3, y 3 no son demasiados, sino… una familia.
Y por fin, como esa leona que defiende a sus cachorritos, a medida que crecen vas “soltando la rienda” y te das cuenta que ser mamá no significa proteger eternamente a tu niño de los peligros, problemas y conflictos de la vida, sino permitir que vaya enfrentando sus pequeños problemitas, confiada en haberle dado las herramientas necesarias para que vaya aprendiendo a solucionarlos.
Gracias por compartirlo Myriam B.

El gran reto de ser mama.


El gran reto de ser mama

mamasalborde on April 29th, 2010
Ser mamá es una de las tareas más dificiles que existen. En este camino, seguramente vamos a cometer equivocaciones; lo importante en todo caso, es detectarlas, asumirlas y rectificar.
Mamá de tiempo completo
Cuando estamos conscientes de lo que significa ser mamá, lo primero que nos preocupa es crear hijos felices, independientes y con una alta autoestima. Soñamos con ser las madres perfectas con hijos perfectos; sin embargo, y aunque el deseo es legítimo, nos enfrentamos la mayoría de las veces a una serie de factores que nos hacen equivocarnos. Es verdad, nadie nos enseña a ser padres, pero podemos informarnos para comenzar a adquirir el mayor conocimiento posible y así relajarnos para desempeñar lo mejor posible nuestra tarea.
Conocimiento es Poder.  Una actitud de ansiedad ante los hijos, desgraciadamente influye negativamente en ellos, ya que corremos el peligro de ser madres persecutorias y hostigantes; en consecuencia, nuestros hijos dejan de pensar y actuar correctamente con base en lo que han aprendido. Estos niños absorben esta ansiedad y por eso son inquietos, se irritan con facilidad y constantemente repiten conductas inadecuadas, ya que es la única manera de captar la atención de los padres. Si los sobreprotegemos al grado de evitarles sufrimientos, caídas, enojos o pleitos, les estamos quitando aquellas herramientas para la vida, para llegar a ser, de tal manera que nos les estamos dando la posibilidad de adaptarse y de experimentar la frustración, por lo tanto les será muy difícil levantarse después de las caídas.
Errores
No se trata de caer en culpas, sino de detectar nuestras fallas y actuar en consecuencia. El pasado no se puede cambiar, pero nunca es tarde para pedir perdón y un hijo siempre estará agradecido de nuestro arrepentimiento. Son muchos los problemas a los que nos enfrentamos como madres, pero es más sencillo de lo que parece, sólo hay que enfocarnos en aceptarlos y amarlos, en no sentir nuestra labor como una carga sino como una bendición, es nuestra gran oportunidad para crecer, para prepararlos y para que lleguen a ser personas realizadas y felices.